jueves, 25 de noviembre de 2010

Marejada en el número 63 de la Calle Mayor

Bajan revueltas las aguas en la sede del Partido Popular palentino y amenazan con convertirse en una marejada de no mediar la mano izquierda de sus dirigentes, especialmente la de su presidente, Carlos Fernández Carriedo. Esto es debido a la polémica surgida con el que algunos califican como "díscolo" concejal, Jesús Mateo Pinilla, al que, según hemos podido saber hoy, su 'jefa' en el Ayuntamiento de la capital, la portavoz de los populares, Celinda Sánchez, ha expulsado de su grupo convirtiéndolo en lo que se denomina "edil no adscrito" una figura poco habitual y ubicada un tanto en el limbo legal que rige el funcionamiento de las entidades locales.

Toda esta controversia surgió como consecuencia de la visión que Pinilla tiene de la Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo -SMVS-, totalmente contraria a la que Sánchez y los suyos han propugnado deste que esta tomara forma. Mientras que el polifacético arquitecto estaba a favor de seguir trabajando en ella e intentar que lograr los objetivos marcados, "aunque nosotros no creamos", porque según manifestó "no se puede dejar de ir a los sitios donde 19.000 ciudadanos de Palencia nos han dicho que tenemos que estar", la líder del PP en el Consistorio ha dejado muy claro desde el principio que "la tramitación y actuaciones de la sociedad han sido prácticamente inexistentes", y, en consecuencia, llegó a presentar una moción para su disolucion.

En vista de esta división de opiniones, el 8 de julio la propia portavoz popular solicitó a Gallego que se expulsara a Pinilla no sólo del Consejo de Administración de la SMVS si no de todas las comisiones y órganos municipales a los que pertenecía por, según ella "una pérdida de confianza en su labor" así como por "no acatar la disciplina de partido". Acto seguido, y en respuesta a esta petición, el protagonista instó formalmente al alcalde a que le diera de baja del grupo con el que se presentó en las últimas elecciones, pasando a ser edil no adscrito, pero estando presente tanto en la Junta de Gobierno Local como en las diferentes comisiones a través de las que se hace funcionar la entidad.

Apenas una semana después de estos hechos, el día 15 de julio, en la sesión plenaria ordinaria de dicho mes, el propio Pinilla se retractó de su petición arguyendo que con su anterior decisión "sólo dañaba la imagen del partido" y que este "es más importante que yo mismo". A pesar de esto, Celinda Sánchez reiteró que su situación dentro del PP no iba a cambiar ni un ápice, que no se le iba a reincorporar a las comisiones de las que había sido expulsado y que lo que debía hacer era "entregar su acta de concejal".

Hasta ahi todo claro y a partir de ahi comenzó un período de tensa calma que reventó hace apenas una semana, más concretamente el pasado jueves, en el que tuvo lugar el pleno ordinario correspondiente al mes de noviembre. Jesús Mateo Pinilla volvió a romper la disciplina de partido al ausentarse voluntariamente, como medida de protesta, en el momento en el que se procedía a votar una moción presentada por el PP para convertir el Monte El Viejo en un coto de caza, algo con lo que el "díscolo" concejal no estaba de acuerdo.

Las reacciones no se hicieron esperar y es ahora, una semana después, cuando su propio partido es el que pide a Gallego que le expulse de su Grupo Municipal y le convierta en eso que Pinilla quiso ser durante unas horas, concejal no adscrito pero con voz y voto en todos los órganos decisorios del Ayuntamiento. Algo que siguiendo la línea lógica, acabará con la expulsión como militante del PP, ya que según reconoció Fernández Carriedo "ha incurrido en causa de baja automática de la militancia", algo para lo que ya se le ha abierto expediente.

Mi reflexión al respecto es la siguiente. Estando como estamos en un período preelectoral, en el que PSOE y PP están expectantes ante lo que pueda hacer el contrario, ante sus dudas y fallos, para saltar como un león sobre su presa y ganarle un puñado de votos, estas guerras intestinas no hacen más que ponérselo más fácil al sempiterno alcalde socialista, quien a buen seguro está disfrutando de la situación desde su sillón, máxime cuando todavía no conoce a quien debe ganar esta 'carrera de fondo'.

O Carriedo, al que desde diversos foros cercanos al PP se le viene exigiendo que sea el que encabece la lista al Ayuntamiento y no dilate más el en tiempo su cara a cara con Gallego, agarra el toro por los cuernos, baja a la realidad palentina desde su atalaya de la portavocía en las Cortes Regionales, y zanja de raíz el problema, o mucho me temo que la batalla por la capital del Carrión va a ser muy desigual, llegando incluso a correr el riesgo de que ni siquiera exista como tal.

1 comentario:

  1. Es sólo mi propia sensación, pero creo que un capítulo así no va a pasarle factura al PP en las próximas elecciones. Si esto ocurre a nivel nacional, seguro que tiene más repercusión, pero lo que le importa a Palencia es quién va a ser su alcalde. Si cae bien, o mejor que el otro, se le vota. Que el PSOE hablará de Mateo Pinilla en la campaña electoral, sin duda. Que luego sea influyente para decidir el voto... sinceramente, no creo que pueda ser para tanto. En el PP pueden estar tranquilos y centrarse en Celinda, que es a la que la gente vota o no vota.

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