lunes, 29 de noviembre de 2010

Liga de filiales

Hace tan sólo unos días, mientras leía el foro del Club de Fútbol Palencia, me sorprendió encontrar un hilo de conversación en el que se pedía con insistencia la creación de una liga de filiales.

Esa idea, que le ronda la cabeza a más de un aficionado al fútbol modesto, en el que, al menos por el momento, figura el conjunto morado, también ha sido debatida en las más altas instancias del fútbol nacional, en la 'todopoderosa' RFEF presidida por Villar. Aunque en un principio fue apartada de las medidas de actualización del sistema competitivo español, creo que no tardará en volver a saltar a la palestra.

En dicho foro, el principal motivo por el que se pide que se adopte la decisión que en 1999 tomaron en Inglaterra -por cosas como está seguirá siendo referente en el mundo del 'football'-, en la que los equipos 'B' o de desarrollo de los principales clubes de la nación -habitualmente los que juegan en la Premier- disputan una liga paralela a las oficiales -Premier Reserve League o Liga de Reservas-, es porque, siempre desde su punto de vista, desvirtúan y adulteran la competición. Creo que esa afirmación es quizá demasiado exagerada, pero tiene su punto de razón. Me explico.

A todos los equipos, llamesen como se llamen y sean filiales o no, se les presupone siempre que cuando saltan al campo lo hacen intentando dar lo máximo, así como ganar y demostrar a su gente y a sí mismos que siempre se puede mejorar. Por tanto llegar a decir que adulteran la competición me parece demasiado, porque sea el rival que sea el que tengan enfrente, van a intentar lograr los tres puntos y, si no pueden, uno.

Pero no es menos cierto que, en el caso de los conjuntos 'B', dependiendo de las circunstancias que aquejen a su primer equipo, y también de los partidos que estos disputen, la disposición y disponibilidad de los jugadores que lo conforman no es la misma. Vamos, que si Martín Lasarte, entrenador de la Real Sociedad llega el viernes y le dice a Meho Kodro, su colega en el 'B' -con plaza en el mismo grupo que el CF Palencia-, que se lleva a siete u ocho chavales para el próximo partido de la jornada en la Liga BBVA, el bosnio se quedaría en cuadro y, casi con toda seguridad, su once para el siguiente enfrentamiento de Segunda B distaría con mucho del que solemos denominar como 'de gala'. Con esto no queremos decir que los chavales que salgan a jugar no peleen por ganar, ni mucho menos, pero sí que el rival estaría jugando contra el filial del filial, como dijo hace escasas fechas un buen amigo y compañero, y que, a priori -porque la grandeza del fútbol reside en que cualquiera puede ganar a cualquiera-, el nivel va a ser más bajo.

En el lado opuesto a esta opinión estarán aquellos que quieren apoyar a toda costa la cantera como piedra angular de todo proyecto deportivo y piensen que crear una liga de desarrollo paralela no le hace ningún bien porque sesgaría las posibilidades de mejora y crecimiento de los jugadores del futuro. Bien, yo soy, y siempre me he considerado, defensor a ultranza de que todo club que quiera crecer tiene que trabajar el fútbol base al 200%, porque hay mil ejemplos de que este trabajo revierte de forma más que positiva en la dinámica del primer equipo -Ajax, Arsenal, Athletic, Sporting y sobre todo Barça-. Pero al mismo tiempo también creo que equipos como puede ser el Palencia, o los de su misma liga, no tienen porqué 'pagar' el buen o mal hacer de los filiales.

En consecuencia, yo estaría a favor de la creación de una liga de filiales paralela a las categorías oficiales porque si en Inglaterra lleva funcionando ya once años y los resultados de sus secciones inferiores no se han visto afectados, creo que en España, convertida en estos momentos en el paradigma del buen fútbol, no tendría que suponer ningún lastre, al menos a nivel competitivo, ya no me atrevo a decir que tampoco lo supusiera a nivel económico porque su proceloso mundo está lleno de intereses.

Veremos qué nos depara el futuro.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Marejada en el número 63 de la Calle Mayor

Bajan revueltas las aguas en la sede del Partido Popular palentino y amenazan con convertirse en una marejada de no mediar la mano izquierda de sus dirigentes, especialmente la de su presidente, Carlos Fernández Carriedo. Esto es debido a la polémica surgida con el que algunos califican como "díscolo" concejal, Jesús Mateo Pinilla, al que, según hemos podido saber hoy, su 'jefa' en el Ayuntamiento de la capital, la portavoz de los populares, Celinda Sánchez, ha expulsado de su grupo convirtiéndolo en lo que se denomina "edil no adscrito" una figura poco habitual y ubicada un tanto en el limbo legal que rige el funcionamiento de las entidades locales.

Toda esta controversia surgió como consecuencia de la visión que Pinilla tiene de la Sociedad Municipal de Vivienda y Suelo -SMVS-, totalmente contraria a la que Sánchez y los suyos han propugnado deste que esta tomara forma. Mientras que el polifacético arquitecto estaba a favor de seguir trabajando en ella e intentar que lograr los objetivos marcados, "aunque nosotros no creamos", porque según manifestó "no se puede dejar de ir a los sitios donde 19.000 ciudadanos de Palencia nos han dicho que tenemos que estar", la líder del PP en el Consistorio ha dejado muy claro desde el principio que "la tramitación y actuaciones de la sociedad han sido prácticamente inexistentes", y, en consecuencia, llegó a presentar una moción para su disolucion.

En vista de esta división de opiniones, el 8 de julio la propia portavoz popular solicitó a Gallego que se expulsara a Pinilla no sólo del Consejo de Administración de la SMVS si no de todas las comisiones y órganos municipales a los que pertenecía por, según ella "una pérdida de confianza en su labor" así como por "no acatar la disciplina de partido". Acto seguido, y en respuesta a esta petición, el protagonista instó formalmente al alcalde a que le diera de baja del grupo con el que se presentó en las últimas elecciones, pasando a ser edil no adscrito, pero estando presente tanto en la Junta de Gobierno Local como en las diferentes comisiones a través de las que se hace funcionar la entidad.

Apenas una semana después de estos hechos, el día 15 de julio, en la sesión plenaria ordinaria de dicho mes, el propio Pinilla se retractó de su petición arguyendo que con su anterior decisión "sólo dañaba la imagen del partido" y que este "es más importante que yo mismo". A pesar de esto, Celinda Sánchez reiteró que su situación dentro del PP no iba a cambiar ni un ápice, que no se le iba a reincorporar a las comisiones de las que había sido expulsado y que lo que debía hacer era "entregar su acta de concejal".

Hasta ahi todo claro y a partir de ahi comenzó un período de tensa calma que reventó hace apenas una semana, más concretamente el pasado jueves, en el que tuvo lugar el pleno ordinario correspondiente al mes de noviembre. Jesús Mateo Pinilla volvió a romper la disciplina de partido al ausentarse voluntariamente, como medida de protesta, en el momento en el que se procedía a votar una moción presentada por el PP para convertir el Monte El Viejo en un coto de caza, algo con lo que el "díscolo" concejal no estaba de acuerdo.

Las reacciones no se hicieron esperar y es ahora, una semana después, cuando su propio partido es el que pide a Gallego que le expulse de su Grupo Municipal y le convierta en eso que Pinilla quiso ser durante unas horas, concejal no adscrito pero con voz y voto en todos los órganos decisorios del Ayuntamiento. Algo que siguiendo la línea lógica, acabará con la expulsión como militante del PP, ya que según reconoció Fernández Carriedo "ha incurrido en causa de baja automática de la militancia", algo para lo que ya se le ha abierto expediente.

Mi reflexión al respecto es la siguiente. Estando como estamos en un período preelectoral, en el que PSOE y PP están expectantes ante lo que pueda hacer el contrario, ante sus dudas y fallos, para saltar como un león sobre su presa y ganarle un puñado de votos, estas guerras intestinas no hacen más que ponérselo más fácil al sempiterno alcalde socialista, quien a buen seguro está disfrutando de la situación desde su sillón, máxime cuando todavía no conoce a quien debe ganar esta 'carrera de fondo'.

O Carriedo, al que desde diversos foros cercanos al PP se le viene exigiendo que sea el que encabece la lista al Ayuntamiento y no dilate más el en tiempo su cara a cara con Gallego, agarra el toro por los cuernos, baja a la realidad palentina desde su atalaya de la portavocía en las Cortes Regionales, y zanja de raíz el problema, o mucho me temo que la batalla por la capital del Carrión va a ser muy desigual, llegando incluso a correr el riesgo de que ni siquiera exista como tal.

martes, 23 de noviembre de 2010

Centenario histórico

En los prolegómenos del partido que acaeció el pasado domingo en el Estadio Municipal Nueva Balastera de la capital, la directiva encabezada por Ignacio de Fuentes tuvo dos bonitos gestos. El primero de ellos fue regalar un balón firmado por todos los integrantes de la primera plantilla del Club de Fútbol Palencia al jugador integrante del equipo infantil, David, quien sufriera hace varias semanas una grave lesión -rotura de tibia y peroné- mientras defendía los colores morados. Chapó por el detalle y desde aquí le deseamos la más pronta recuperación al chaval -o chiguito como dirían algunos-.

El segundo de estos gestos fue el que tuvieron con el actual técnico del equipo palentino, Pepe Calvo. Y es más que destacable, se le podría calificar de histórico incluso, por el hecho de que no muchos entrenadores pueden decir que han cumplido 100 partidos oficiales al frente del mismo equipo y de forma ininterrumpida. De hecho en la historia del Club de Fútbol Palencia sólo han habido cuatro personas capaces de alcanzarla antes que Calvo. Estas son Mariano García, el único ha pasado de los doscientos, Julián Vaquero, Alfredo Merino y Paco Gento.


Todos conocemos cómo funciona el mundo del fútbol y la gran mayoría -por no decir todos- coincidirá conmigo en que llegar a esta cifra en un equipo de Segunda División B tiene incluso más mérito que hacerlo en un Primera División. El porqué es muy sencillo, la igualdad existente en la categoría de bronce, especialmente en el grupo en el que está incluido el Palencia, hace que cualquier equipo, esté en la situación que esté, te pueda pintar la cara, como, por cierto, sucedió el domingo con el filial del Osasuna. Si esto sucede durante varias jornadas, las directivas no se lo piensan dos veces y rompen la cuerda por el lado más débil, como se suele decir. Cambian al patrón del barco y a otra cosa, mariposa.

En el caso concreto de Pepe Calvo, que llegó al equipo en un momento muy difícil ya que acababa de descender al pozo de la Tercera División una temporada después de haber saboreado las mieles de la fase de ascenso a Segunda, los números hablan por sí solos y, como es lógico, corroboran el hecho de que haya llegado hasta los 100.

En Tercera, categoría de la que es muy difícil salir, el equipo dirigido por Calvo acabó el año con 29 triunfos, 7 empates y sólo 4 derrotas, que le permitieron recuperar la categoría perdida. Al año siguiente, el pasado, en el que el equipo no dejaba de ser un recién ascendido con el único objetivo de no pasar apuros para mantenerse en Segunda B, Pepe y los suyos se conviertieron en la revelación más llamativa de las últimas temporadas al lograr colarse en la fase de ascenso a Segunda. Los números, incluidos el empate y la derrota de la eliminatoria ante el Real Jaén, fueron también dignos de mención: 16 victorias, 18 empates y 6 derrotas. Y en la actual, sumando el tropiezo del domingo, el balance es de 6 triunfos, 4 empates y 4 derrotas, lo que le coloca en sexta posición a tan sólo tres puntos del play-off.

Al margen hay que contar los partidos de Copa del Rey y Federación. En este caso las cifras revelan 2 triunfos, 1 empate y 3 derrotas. En suma, el leonés de Alija del Infantado ha conseguido en las dos temporadas y media que lleva como primer entrenador del Palencia 53 victorias, 30 empates y 17 derrotas con un bagaje goleador de 167 goles a favor y 76 en contra -gracias por los datos, Moreno-.

Sin temor a equivocarnos y tal y como expresó uno de los pesos pesados del vestuario, Alejandro Suárez, en la tertulia del Bar Casero celebrada ayer, "nos encontramos ante el que posiblemente sea el mejor entrenador de la historia del Palencia", algo que fue corroborado por un ilustre veterano morado como es Aitor Blanco, quien además añadió que si de él dependiera "le ofrecería renovar por cinco o diez años sin dudarlo un momento". (Este es el enlace por si queréis ver la tertulia http://www.ustream.tv/recorded/11028978 , algo que sólo es posible gracias al gran trabajo de Raúl González).

Desde aquí mi más sincera enhorabuena para el bueno de Pepe, al que me consta que no le gustan mucho los reconocimientos, como él mismo reveló en la rueda de prensa posterior al partido del domingo pasado, y al que le deseo de todo corazón que le sigan yendo las cosas igual de bien que hasta ahora porque eso significaría que el Palencia sigue en lo más alto de la tabla clasificatoria.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Otra de ránkings

Hace algunas semanas hablaba en estas mismas líneas del premio que la Fundación Fórum Ambiental había decidido conceder a Palencia como la Ciudad Sostenible del año 2010. En aquella ocasión dije que siempre está bien que te reconozcan el esfuerzo y que estemos a la cabeza de todo el país por un hecho o logro agradable. Pero al mismo tiempo dejé constancia de mi indignación por la autocomplacencia de algunos de nuestros representantes políticos, que utilizan este tipo de distinciones como ramas para impedir ver el bosque de la realidad que asola nuestra querida ciudad.

Pues bien, ahora, más concretamente en la jornada de ayer, se hizo público un informe en el que, y no es por alimentar el ego propio -os aseguro que nada me hubiera gustado más que retractarme de lo que escribí-, con datos objetivos se me da la razón. Ese informe es el denominado MERCO -Monitor Empresarial de Reputación Corporativa- en el que se analizan una por una todas las capitales de provincia y ciudades de más de 100.000 habitantes que hay en la piel de toro, exactamente 81, en un total de 250 indicadores como pueden ser las zonas verdes, la oferta cultural y de ocio, las infraestructuras, el empleo o las oportunidades para los negocios. ¿Adivináis en qué puesto nos encontramos? pues nada más y nada menos que en un 'más que meritorio' quincuagésimosexto tras alcanzar la 'increíble' cantidad de 368 puntos sobre los 1.000 posibles. Un suspenso en toda regla

Lo más probable es que muchos pasen directamente del MERCO, de la Universidad Complutense de Madrid -UCM- y de los 95 especialistas en gestión urbana que avalan dicho estudio, pero lo que no puede obviarse es que este análisis constata de manera cruda que ni siquiera los propios palentinos eligen su ciudad como la primera opción para vivir. Esto me parece que es muy duro además de difícil de digerir. Las razones para que esto sea así, muchas y variadas. Desde la falta de oportunidades para los jóvenes, ya no sólo a nivel laboral si no también académico, hasta la limitada oferta de ocio, pasando por el deficiente nivel que presentan algunas infraestructuras, ya sean sanitarias, de transporte o educativas, por citar varios ejemplos.

Seguro que los que leáis este artículo diréis que soy un pesimista radical o que lo veo todo muy negro, pero creo que es necesario poner de manifiesto la situación actual de nuestra ciudad, que podría extrapolarse perfectamente al resto de la provincia, para que la gente despierte de una vez y diga bien alto y claro: ¡¡Basta ya!!

El principal problema que veo es que muchos quieren ser más papistas que el propio Papa, y no hacen más que mirarse al ombligo en lugar de bajar de sus poltronas, palpar la realidad y poner los medios para que todos estos problemas se solucionen cuanto antes. Todo a la vez es imposible, porque hay mucho trabajo por hacer, pero si se consiguieran logros poco a poco, igual dentro de 10 años, el famoso MERCO dice que los palentinos han desbancado a los donostiarras como los más orgullosos de su ciudad.

¿Quimera o sueño alcanzable? El tiempo lo dirá.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Las instituciones y el deporte

Es posible que con este artículo pueda herir la sensibilidad de muchos representantes o dirigentes de clubes deportivos de la provincia, si es así, nada más lejos de mi intención, pero la idea sobre la que voy a tratar lleva rondándome la cabeza durante varios días y quería comentarla con vosotros.

Como se puede observar en el título, el tema que hoy me va a ocupar y con el que quiero haceros reflexionar no es otro que la actual relación que existe entre las instituciones o administraciones públicas y los clubes deportivos, especialmente con aquellos que consideramos de primer nivel y que están enclavados en los, desde mi punto de vista mal denominados, deportes mayoritarios.

Dentro de la vasta lista de obligaciones que establecen las diferentes reglas legales en base a las que se rigen las entidades públicas, siempre hay un sitio, sea preferente o no, para el fomento del deporte entre la población. Hasta ahi todo perfecto. Porque es más que necesario, sobre todo en los tiempos que corren en los que el sedentarismo se ha hecho fuerte dentro de la rutina diaria de la gran mayoría de la población, que alguien fomente en la ciudadanía hábitos de vida saludable y si puede ser desde su más tierna infancia, todavía mejor ya que en la actualidad nuestros chavales prefieren quedarse en casa navegando por la red o jugando a su video consola de última generación que bajar a la calle a jugar a cualquier cosa con los amigos.

El problema llega cuando nos adentramos en el proceloso asunto de las jugosas subvenciones que la administración, sea al nivel que sea -municipal, provincial, regional e incluso nacional-, reparte de forma discrecional y sin mucho fundamento ético, e incluso me atrevería a decir normativo. Y esto es así porque, al menos desde mi punto de vista, no me parece de recibo que en muchos casos estas aportaciones sean la principal fuente de ingresos de un club. Bien que ayuden, como no, pero no puede ser que siempre tengan que ser ayuntamientos y diputaciones, por citar un ejemplo, los que saquen las castañas del fuego a clubes en situaciones críticas provocadas única y exclusivamente por sus malas gestiones.

Llegados a este punto alguno podrá decirme, a tenor de lo que escribí ayer, que el Palencia Baloncesto, al que me referí como dechado de virtudes, dependió directamente de la buena voluntad de la Diputación Provincial durante dos años, efectivamente, toda la razón. Pero no es menos cierto que tras esa mala época, la directiva supo resolver la situación, encontró su propio patrocinador -Faymasa- y, tanto la temporada pasada como la actual, disputa la Adecco Oro gracias, en primer y más importante lugar, a que sus directivos han avalado con sus propiedades la nada desdeñable cantidad de 218.000 euros.

Volviendo a la raíz del problema, no sólo me parece denunciable el elevado importe destinado a estos menesteres, también el que se hagan, en la mayoría de los casos a fondo perdido. En mi vida profesional he visto muchas firmas de convenios de colaboración y, leyendo las bases legales de los mismos, he sentido verdadera indignación.

Esto ha sido así porque esas cantidades estaban sujetas a contraprestaciones que a ciencia cierta sabía que no se cumplían ya en el momento mismo de la firma o que directamente no se iban a cumplir. Un ejemplo es la manida epxresión 'ayuda al deporte base'. En todos los convenios figura y si bien hay clubes que de verdad lo utilizan para difundir y fomentar su disciplina -Balonmano Palencia Femenino-, hay otros, y siento referirme al Club de Fútbol Palencia, que se han beneficiado de ella sin tener cantera -ahora por suerte la tiene- o tan sólo con un equipo, utilizándola por tanto para cuadrar las cuentas del primer equipo o pagar alguna deuda.

Creo que para evitar que nos sigan engañando con el chocolate del loro a los contribuyentes, que al fin y al cabo somos los paganos de esos dispendios, las ayudas debían someterse a un reglamento objetivo en el que cada club se llevara lo que le corresponde en base a número de socios, categoría, número de equipos en la cantera, actividades de difusión... por ejemplo, así nadie jugaría al despiste y, como sucede desde hace un par de años con los Planes Provinciales de la Diputación, cada club sabría exactamente con la cantidad con la que podía contar y, si quisiera aspirar a más por los motivos que sean, también tendría a su disposición las herramientas para lograrlo.

En definitiva esta es una propuesta de solución, seguramente habrá más y posiblemente muchas sean más justas, éticas, legales o acertadas, pero de lo que quiero que quede constancia, y creo que habrá quien coincida conmigo, es que este sistema no puede seguir así y todavía menos en los tiempos que corren, en los que quien más quien menos se ha visto obligado a ajustarse el cinturón.

martes, 9 de noviembre de 2010

El espejo en el que mirarse

Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas y puede que sea cierto en la mayoría de los casos, pero desde mi punto de vista hay otros en los que fijarse en cómo hace las cosas el vecino e intentar aplicarlas en tu propia casa puede dar unos resultados más que buenos. Me explico.

Seguro que si preguntáramos entre todos los palentinos aficionados al deporte de equipo sobre cómo gestionarían ellos un club dentro de nuestros límites provinciales, o mejor dicho, en quien se fijarían para dirigir una entidad, la gran mayoría coincidiría en señalar al Club Deportivo Maristas, más conocido en la actualidad como Palencia Baloncesto.

El porqué es tan sencillo como echar la vista atrás, exactamente hasta el 1979. Fue en ese año cuando un grupo de alumnos y profesores del ahora centenario centro educativo se propuso, tal y como se explicita en la web del club "apoyar a los equipos de formación, participando en la mayoría de las competiciones provinciales y regionales". Es decir, que el origen del que hoy se erige como nuestro primer espada en el mundo del balón de piel de sapo no es otro que la cantera, la base de todo proyecto sin duda.

Tras varios años trabajando con chavales, nada más y nada menos que 21, los dirigentes del club, encabezados por el que hoy todavía es su presidente, Gonzalo Ibáñez, consideraron oportuno dar un salto de calidad al club, salto que, al mismo tiempo, sirviera para que esas bases tuvieran la posibilidad de seguir jugando al baloncesto más allá de la edad escolar.

Esa decisión no fue otra que inscribir un equipo en la liga EBA, la cuarta categoría del basket español con el único objetivo de no descender y enganchar de nuevo a la afición palentina, que desde que el Caja Palencia de Porfi Fisac y Gustavo Aranzana pasara a mejor vida no disfrutaba de un equipo en una categoría nacional. Una vez conseguido ese objetivo, con un plantel prácticamente formado por jugadores locales -Teo Aguirre, Javier San Segundo, Álvaro Maté-, y dirigidos por un tándem también 100% palentino -Luis Pinela y Toño Llamas-, Ibáñez y los suyos continuaron dando pasitos hacia adelante, temporada tras temporada, pero pasitos siempre controlados y calculados, con el apoyo de la afición y de la cantera, que crecían de forma paralela y, lo más importante de todo, conformes al presupuesto con el que se contaba en cada momento.

Fruto de ese denodado esfuerzo, en el año 2005, el equipo de EBA, dirigido por Pablo Alonso, jugó y organizó la fase de ascenso a LEB 2 -lo que hoy es Adecco Plata-. Esta final a ocho, de la que solamente subían de categoría los dos mejores, comenzó con buen pie, ya que en la fase inicial vencimos al Aritosa Andújar del palentino Teo Aguirre, pero en semifinales se cruzó en nuestro camino el Vic de Martí Nualart y Sergi Coll, quien después pasaría a engrosar las filas del equipo palentino, y nos robó el sueño.

A pesar de esta decepción, el buen trabajo realizado en el apartado económico por la directiva colegial, y el apoyo de toda la ciudad -no hay que deseñarlo- nos permitió acceder a una de las plazas que quedaron libres en la categoría inmediatemente superior, y, por tanto, ascender, sí, en los despachos, pero gracias a la seriedad y el compromiso de los gestores del club.

Ese nuevo salto cualitativo tuvo que tener otro a nivel presupuestario, evidentemente, pero de nuevo se efectuó con cordura, sólo se gastó lo que se podía, ni un euro más y, en consecuencia, se hizo un equipo para pelear por la salvación. Ese año también se consiguió el objetivo y, al igual que en toda su trayectoria, la directiva siguió dando pasos para adelante, aumentó el presupuesto, en donde gran parte de 'culpa' hay que dársela al trabajo del gerente del equipo, Raúl Villagrá, confeccionó un equipo para meterse entre los equipos del play-off de ascenso y, tras cambiar de entrenador a mitad de temporada, Esteban Albert por Pablo Alonso, lo logró. Cayó a las primeras de cambio contra el Beirasar Rosalía de Edward Santana y Dreike Tyron Bouldin, pero cumplió con la misión.

Ahora nos plantamos en el año 2007/2008. El equipo ya está consolidado en la LEB 2 o Plata y se sientan las bases para intentar atacar el ascenso a LEB Oro. Se contrata a Quino Salvo como técnico y se traen a los mejores jugadores de la categoría, Santana, Bouldin, Maio, Floyd, Blackshear, Stanton.... Pero, por primera vez desde el año 2000, las cosas se tuercen, el equipo planificado para estar arriba, no carbura y se ve en la zona baja con peligro incluso de perder la categoría que tanto trabajo costó conseguir. A pesar de la situación crítica, el club mantuvo la calma, apostó por Nacho Lezkano, cortó a cuatro jugadores y en su lugar contrató a otros tantos, que a la postre nos darían gran parte de la permanencia, Sergio Alonso, Xavi Forcada, Sotirios Manolopoulos y Kim 'Kong' Adams.

Aprendiendo de los errores, y confiando en el buen hacer de Lezkano, la directiva le dio vía libre al técnico para que, dentro de las posibilidades económicas del equipo, confeccionara el plantel que más le gustara de cara a luchar por ascender. Tan bien lo hizo que no sólo se subió a Oro de forma directa si no que además se ganó la Copa LEB Plata.

Y ahora nos encontramos con el equipo en la Adecco Oro, que es a donde quería llegar. Esta es la quinta mejor liga del mundo, según la consideran los expertos en la materia, sólo por detrás de NBA, ACB, HEBA y Lega, sus presupuestos son elevadísimos y las exigencias también. Para permitir que Palencia disfrutara de uno de los mejores baloncestos del mundo, la directiva buscó sin descanso los ingresos necesarios y aunque no consiguió todo lo que esperaba, fue capaz de reunir las cantidades exigidas desde la FEB -210.000 euros- para poder salir a competir, llegando incluso a avalar con sus propiedades el gasto previsto, algo inimaginable en otros ámbitos como el fútbol. Finalizó la temporada en décimotercera posición y cerró el año sin deber ni un sólo euro a jugadores y acreedores, algo digno de mención.

Este año, el de la crisis más absoluta en el baloncesto español, ese presupuesto del 2009, que era el más bajo de la categoría, se ha visto reducido a la mitad y, por tanto, el gasto se ha visto todavía más restringido. Muchos dicen que para hacer el ridículo que se está haciendo, hubiera sido mejor bajar de nivel, yo soy de los que piensa que más vale ser cola de león que cabeza de ratón y que el tiempo volverá a dar la razón al trabajo de Gonzalo Ibáñez y su equipo. Tiempo al tiempo. Lo cierto es que gracias a ellos tenemos un equipo en una de las mejores ligas del mundo, algo inimaginable hace unos años, y que dentro del mundillo del baloncesto la reputación de Palencia es una de las mejores porque siempre ha cumplido con lo prometido y porque la seriedad ha marcado todas y cada una de sus acciones. ¿Por qué si no íbamos a poder haber disfrutado de jugadores de la talla de Óliver Arteaga, Nikola Mirotic o Carles Bravo? Esa ha sido la única razón

Como última reflexión, y después de haber hecho un repaso exhaustivo por la historia del Club Deportivo Maristas, creo que éste es el espejo en el que todos los clubes deberían mirarse, especialmente nuestro querido Club de Fútbol Palencia, que está atravesando por una situación bastante crítica. La cantera como base principal, nunca gastar por encima de sus posibilidades, que impere la seriedad y la cordura a la hora de formalizar los contratos de los jugadores -una temporada máximo-, y sobre todo trabajo, trabajo y más trabajo para lograr ingresos. Si los resultados acompañan, miel sobre hojuelas, que no es así, por lo menos tendremos palabra y prestigio, algo que hoy por hoy en el mundo del deporte profesional no está muy en boga.

Esperemos que con el tiempo, el reflejo sea muy parecido, por no decir similar.

P.D: dedicado a mi buen amigo Héctor :-D

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Profesionales a prueba de todo

Si hay una cosa clara en la más rabiosa actualidad del Club de Fútbol Palencia esa no es otra que las arcas están como una 'patena' de limpias, que la nueva directiva se ha encontrado con una lista de acreedores casi interminable y que jugadores y cuerpo técnico, los que al final dan la cara -e incluso se la parten si hace falta- por el equipo cada jornada, llevan sin cobrar desde que comenzó la pretemporada, allá por el pasado 22 de julio. Algo simplemente indignante.

Parece que el trabajo realizado por Nacho de Fuentes y los suyos desde que llegaran a la presidencia del equipo el 27 de septiembre va a dar sus frutos y que la semana que viene se van a recibir los ingresos provenientes de las instituciones -Diputación y Ayuntamiento- para poder satisfacer, si no todo lo que se les adeuda -tres meses a estas alturas-, una parte.

Con ello se conseguirá, cuando menos, devolver algo de tranquilidad al seno del equipo, que, tal y como han reconocido varios futbolistas y el propio entrenador, comenzaba a tambalearse en los últimos días, ya que, al igual que le sucede a todo hijo de vecino, estas personas -parece que la gente se olvida muy a menudo de este hecho- tienen que afrontar sus gastos y los de sus familias y, en muchos casos, son los únicos ingresos con los que cuentan, con lo que eso comporta.

Vale que estamos en tiempos de crisis, que muchas personas -más de las que deberían- y, por ende, las empresas, están pasando por situaciones similares e incluso peores que la que aquí estoy describiendo, y que no es de recibo que siempre sean las administraciones las que, con el dinero de todos, tengan que sacarle las castañas del fuego a los clubes deportivos -ya no sólo a los de fútbol-, cuando podrían invertirlo en algo más productivo socialmente. De acuerdo con todo ello. Pero no es menos cierto que en el mundo empresarial, cuando se dan este tipo de coyunturas se acuden a los Comités de Empresa, o a los sindicatos, o directamente a la huelga y, aunque casi siempre con más demora de la deseada, los mandatarios de las empresas acaban asumiendo sus respectivas responsabilidades.

Esto no es algo que pase en el mundo del fútbol, al menos en el de los modestos, que es donde nos encontramos. Porque por mucho que a la Asociación de Futbolistas Españoles -AFE- y al Consejo Superior de Deportes -CSD-, por no hablar de la RFEF, que sólo se preocupa por hacer que Villar y sus prebostes sigan manteniendo el tren de vida que tienen y no por defender los valores del deporte y de sus protagonistas, se les llene la boca con palabras y promesas vanas, los culpables de la bancarrota en la que se encuentran una gran mayoría de los clubes de España no asumen ni asumirán nunca sus nefastas gestiones. Pasarán la bola a su sucesor, y este al siguiente, y así hasta el día en el que o bien desaparezca el club y nadie se acuerde de ellos, o alguien con dos dedos de frente -rara avis en esto del fútbol- ponga los puntos sobre las ies -tal y como está haciendo Sandro Rosell con Joan Laporta-.

Precisamente por ello creo más que reseñable, incluso me atrevería a tildarla de ejemplar, la actitud tanto de los 19 integrantes de la plantilla morada, como los miembros del cuerpo técnico -Pepe Calvo, Juanjo y Hugo Arroyo- durante todo este tiempo. No han dicho ni esta boca es mía hasta hace apenas una semana, momento en el que alguna situación ya comenzaba a ser insostenible, y esta inquietud no sólo no se ha visto reflejada ni lo más mínimo sobre el terreno de juego, ya fuera entrenando ya jugando, si no que encima tienen al equipo en séptima posición a tan sólo tres puntos del play-off de ascenso.

Pero lo más lamentable de todo es que esto no es nuevo para muchos jugadores, ya que la temporada pasada se llegaron a dar casos de cinco meses sin ver un sólo euro y abstrayéndose de todo ello dieron el callo las 38 jornadas, clasificándose para la fase de ascenso a Segunda. Es decir, no sólo no saltaron a la palestra para hacer público el problema, cosa totalmente lícita de haber sido así, si no que encima tenían que lidiar día tras día con las dificultades que este deporte acarrea y las derivadas de no poder pagar la letra de la hipoteca, del coche o del piso de alquiler.....

Si esto no es ser profesionales a prueba de todo, sinceramente no sé qué lo será, porque a buen seguro que si nos pasara a alguno de nosotros no sólo pondríamos el grito en el cielo a las primeras de cambio, también nos negaríamos a realizar nuestro trabajo hasta que nos dieran soluciones fehacientes -como ha sucedido en el caso de los mineros-. De todo corazón espero que las palabras de los directivos encabezados por De Fuentes sean reales y pueda saldarse lo antes posible esta deuda.