Tiempo y cariño

En el ámbito político existe un pacto tácito entre caballeros según el cuál tras unos comicios electorales, ya sean a escala local, autonómica o nacional, los candidatos perdedores, esto es, los que durante los cuatro años de la legistatura ocuparán los cargos de la oposición o el también denominado 'gobierno en la sombra', le conceden al ganador de la 'batalla' 100 días de gracia. Lo que viene a ser algo así como un período de no agresión para que tome contacto con el cargo y las responsabilidades que este comporta.

Pues bien, en el ámbito futbolístico, sobre todo en el de los clubes que, por suerte, no son S.A.D. -el mayor atraso que ha existido en la historia de deporte rey en nuestro país-, y siguen perteneciendo a sus socios, el proceso de elección es similar y, consecuentemente, ese acuerdo no escrito también se suele cumplir. Y digo suele porque en el caso del Club de Fútbol Palencia y su nuevo presidente, Ignacio de Fuentes, las críticas, en su mayor parte -y desde mi humilde punto de vista- interesadas o con ansias de venganza por lo que han deparado las urnas -que nadie se olvide de esto-, no han dejado de producirse desde que tomara posesión de forma oficial hace ahora apenas tres semanas.

Está claro que el socio es soberano y que todas las opiniones, ya sean críticas o loas deben ser respetadas, no puedo estar más de acuerdo, pero creo que ese período de 'aterrizaje' es más que necesario, ya que nadie tiene la tecla con la que en apenas veinte días dar la vuelta a una gestión que se ha perpetuado durante más de ocho años y cumplir de un plumazo con todo lo que la nueva candidatura ha prometido durante la campaña, que ha sido mucho y muy variado. Máxime si tenemos en cuenta que, según expresan desde el propio equipo de De Fuentes, las arcas del club "están como un solar", y no existe "ninguna contabilidad".

Precisamente por eso coincido en la solicitud que tanto el actual presidente como la práctica totalidad de su junta directiva hicieron llegar a la parroquia palentina a través del altavoz que desde hace cuatro años prestan las Tertulias Moradas del Bar Casero. Esta no fue otra que tiempo y cariño. Tiempo porque es necesario para poder realizar todas las cosas que tienen en cartera. Y cariño porque huelga recordar que todos los que conforman el equipo de Ignacio de Fuentes, al igual que sucedía con el de Alberto Villegas y todos los presidentes de la historia del Club de Fútbol Palencia, están realizando una labor totalmente altruista y que, sin miedo a equivocarme, les quita tiempo de dedicación tanto a sus ocupaciones profesionales como a sus familias.

Abundando en la comparecencia pública que tuvo lugar ayer y que puede verse de forma íntegra en esta dirección: http://www.ustream.tv/recorded/10286782, gracias al denodado esfuerzo de Raúl González, me gustaría destacar dos cosas. La primera de ellas fue que en mayor o menor profundidad -considero que la discreción es más que necesaria en algunos aspectos-, la directiva no rehusó contestar a ninguna de las preguntas que les realizaron tanto los allí presentes como los aficionados que siguieron la tertulia a través de internet.

Hablaron del tema económico, que es el que más preocupa ya que en función de cuál sea la deuda real -que se sabrá cuando se realice la auditoría- así se establecerá el margen de maniobra para poder hacer o deshacer. Del tema deportivo, expresando su total confianza en la actual plantilla y cuerpo técnico. O de la cantera, un foco de polémica que quedó totalmente apagado al explicar Antolín Barrio, responsable del área deportiva, que se llegó a un acuerdo con Paulino y Alejandro para que sigan entrenando a sus respectivos equipos y apoyando en la coordinación, que ahora pasará a ser cargo tanto del propio Barrio como del ilustre Félix Lorenzo y Luis Sierra.

Y en segundo lugar, creo que en todo momento demostraron tener muy claro cuáles son las prioridades que hay que atender -ahora mismo conseguir liquidez para pagar a jugadores y acreedores- y qué funciones debe tener cada uno de los componentes del organigrama directivo, algo que nadie podrá negar, no existía anteriormente, ya que todo, fuese para bien o para mal, se lo guisaban y se lo comían entre Alberto Villegas, Jesús Herrero y Fernando García.

Ahora sólo queda esperar que poco a poco el trabajo que vienen realizando desde que entraron en el club comience a dar sus frutos y, si esto no sucede, o no se está de acuerdo con ellos, pedir cuentas a Ignacio de Fuentes, pero siempre desde el respeto y con afán constructivo porque no hay que olvidar que el Club de Fútbol Palencia es de todos, que los presidentes y directivas pasan, pero la entidad permanece.