jueves, 14 de octubre de 2010

Mineros mediáticos

El miércoles 13 de octubre de 2010 será recordado por ser el día en el que todo el planeta estuvo pegado al televisor para ver cómo la cápsula Fénix iba sacando a la superficie, uno a uno, a los 33 mineros que quedaron atrapados en una galería del yacimiento chileno denominado Pozo San José a 700 metros bajo tierra mes y medio antes de esa fecha.

Toda una alegría ver como después de su cautiverio pudieron volver a reencontrarse y fundirse en abrazos cargados de sentimiento con sus familiares y allegados más cercanos. Pero al mismo tiempo, y tal y como se pronunciaron diversos expertos psicólogos y personas que han pasado por experiencias vitales similares, se cierne sobre todos ellos y sus familias, claro está, la duda del cómo van a encajar en su vida cotidiana tanto el trauma sufrido como la 'fama' por haber sido el centro de atención del mundo durante todo este tiempo y por lo que se les viene encima, que seguro que será todavía mayor -entrevistas, homenajes, e incluso ya se habla de seriales o superproducciones-.

Lo que está meridianamente claro es que estos 33 hombres no van a ser los mismos que antes del suceso y que tienen que asumir que a pesar de todo el revuelo mediático que se ha montado a su alrededor, este sólo es un hecho puntual que en un tiempo pasará y que de no tomarlo como lo que es puede hacerles mucho daño.

Más allá de hipótesis que sólo el lento pero imparable discurrir del tiempo discernirá lo que quizá sí deberían hacer todos estos trabajadores es aprovechar el tirón para reivindicar en primer lugar la importancia de un sector como la minería a escala no sólo nacional sino también global -que se lo digan a sus homólogos palentinos del Pozo Las Cuevas ubicado en Velilla del Río Carrión-. Y en segundo, pero más importante si cabe, para exigir a instituciones y empresarios que pongan todos los medios necesarios en aras de que la seguridad e integridad de todos los mineros, que, no olvidemos, se juegan la vida cada jornada, sea la mayor posible.

Precisamente en este sentido creo necesario hacer una reflexión acerca de todos los cargos institucionales chilenos -encabezados por el presidente Sebastián Piñera- e incluso extranjeros -ya que el 'marrullero' y radical populista de Evo Morales también se acercó hasta el Campamento Esperanza- que estuvieron a pie de cápsula, según un colega expresó más que acertadamente. Si su interés fue únicamente el de 'salir en la foto', como se suele decir, y una vez amortizados olvidar a su suerte a los mineros, es mejor que aprovechen el agujero de la tuneladora norteamericana -para que luego digan- y se metan en la galería pero para no salir nunca. Pero si de verdad van a cumplir con lo prometido no deben escatimar ni en recursos ni en esfuerzos, y mucho menos ponerse plazos, algo a lo que acostumbran. Deben hacerlo desde ya.

Esperemos que este suceso, en el que se han conseguido revalorizar elementos tan importantes como la unión y la solidaridad, tan de capa caída en los tiempos que corren, se convierte realmente en un punto de inflexión o se suma a la inacabable montaña de incidentes en la minería, muy numerosos al cabo del año. Tiempo al tiempo.

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