viernes, 10 de diciembre de 2010

La sombra de la duda

Eran algo así como las 12:30 de la mañana de ayer cuando una llamada inesperada a mi móvil me preguntó que era lo que estaba pasando con Marta Domínguez. Mi primera impresión fue de sorpresa y la contestación no pudo ser otra que de qué me estaba hablando, que lo último que sabía de ella era que había hecho público su embarazo y que se retiraba momentáneamente hasta que diera a luz para, posteriormente, preparar a conciencia su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde, estaba convencido, pondría el broche final a su intachable e impresionante carrera con una medalla, la única que se le ha resistido hasta la fecha.

Pero mi interlocutor al otro lado del teléfono insistió fervientemente en que entrara en la web de el diario El País. Intrigado por la curiosidad, accedí a su portal web y tras la ya tradicional y pestosa aparición del banner publicitario de bienvenida, se me cayó el alma a los pies. "Marta Domínguez  implicada en una red de distribución de sustancias dopantes" rezaba el titular. Totalmente incrédulo y estupefacto retomé la conversación telefónica no acertando más que a decir que esto tenía que ser un tremendo error, que nuestra Marta, la de la cinta rosa y la sonrisa perenne no podía estar metida en un embrollo tan deleznable, y que seguramente su nombre ha saltado a la palestra porque su entrenador -César Pérez- y su manager -José Alonso Valero- sí que están metidos hasta las trancas.

Tras hablar del tema durante unos minutos, en los que repasamos a vuelapluma su lista interminable de éxitos, destacando el Mundial en los 3.000 obstáculos, y sus tres medallas en los Europeos, la gran labor que está realizando en la Fundación Provincial para la Promoción Deportiva y la ilusión e implicación directa que tenía con la que, tal y como ella misma reconoció, iba a ser su última contribución al atletismo, la Escuela Provincial Marta Domínguez, realicé un par de llamadas y buceé por la red intentando encontrar más información al respecto. A medida que los datos me iban llegando y estos se iban confirmando por fuentes tanto oficiales como oficiosas, mi cabeza comenzó a darse cuenta de que todo era cierto, de que la Guardia Civil puso patas arriba su casa, que encontraron ciertas sustancias sospechosas de ser dopantes, y que la habían llevado a la Comandancia a declarar.

A partir de ese momento mi ocupación y preocupación fue hacer un seguimiento de la noticia en todos los medios de comunicación, ya que la Operación Galgo, que es como se denomina la actuación puesta en marcha por el Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid y en la que se han detenido a otras 13 personas además de a Marta, ha sido el tema central de todas las tertulias e informativos fueran de carácter deportivo o no. He de decir que a medida que pasaban los minutos y tras pasar por varias emisoras, cadenas de televisión y páginas web, mi indignación iba creciendo geométricamente y lo hacía en dos vertientes.

La primera porque como periodista me parece deleznable el tratamiento ventajista y partidista que han hecho del suceso gran parte de los medios deportivos, especialmente los polos de referencia de este tipo de información en lo que a prensa escrita se refiere, As y Marca. Tal y como nos tienen habituados, su línea editorial es tan variable como el viento, el precio de cambio del dólar con respecto al euro, o el coste del barril de Brent. En lugar de hacer primar la información, cosa que debería ser siempre así, lo que buscan es resaltar la opinión y si pueden conseguir avivar una polémica, mejor que mejor.

Les da igual saltarse a la torera uno de los derechos fundamentales que garantiza nuestra Carta Magna, como es la presunción de inocencia, el daño que le pueden infligir tanto a la protagonista como a sus allegados y las repercusiones que su actuación pueda tener siempre que se vendan más periódicos o se pinchen más veces en sus webs. Que al final todo era un error, no pasa nada, un pequeño artículo de rectificación y a esperar la siguiente víctima. Verdaderamente penoso.

Y la segunda porque como palentino, castellano-leonés, español y amante del deporte, he sentido vergüenza de las reacciones que muchos conciudadanos han tenido desde el momento en el que se ha sabido. Cierto es que cada cuál es libre de opinar, no seré yo quien lo niegue, pero también es igual de cierto que todo el mundo es, o mejor dicho, debe ser  responsable de sus actos y no me parece de recibo que amparándose en el anonimato de la red hayan aprovechado para desahogar su inquina y envidia con Marta, con esa Marta a la que sin temor a equivocarme han aplaudido en muchas de sus victorias, porque somos así, hipócritas por naturaleza.

Sinceramente la cosa no pinta bien para la mejor atleta española de todos los tiempos, quien está en libertad con cargos por, supuestamente, ejercer como intermediaria entre los cabecillas de la red y los atletas, pero al menos yo no pondré en duda su inocencia hasta que una sentencia firme, basada en hechos fehacientes, y suscrita por un magistrado me diga lo contrario. Con esto no quiero que se me tache de héroe o villano, ni mucho menos, simplemente de un ciudadano que cree en el Estado de Derecho, en ese Estado que garantiza que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario, mal que a muchos les pese.

El problema de todo esto es, regresando al título de la entrada, que esa sombra de duda que se ha creado ya sobre Marta, no se la va a conseguir quitar aunque cuando toda la vorágine termine se demuestre que no ha tenido nada que ver. El daño ya está hecho. Veremos, si finalmente sucede esto, si puede volver a competir y si puede continuar con los proyectos que antes he mencionado y con los que, al menos por el momento, tanto bien está haciendo a la juventud de nuestra provincia.

Ojalá pueda levantarse después de esta caída, igual que hizo tras la que le supuso tener que retirarse en la final de los 3.000 obstáculos en Pekín.

P.D: mi total apoyo a Marta y a toda su familia

8 comentarios:

  1. Plenamente de acuerdo, Fran, sobre todo, con la última parte, lo peor de todo, es que el daño ya está hecho y, normalmente, para dar marcha atrás y pedir perdón somos bastante más comedidos, que para atacar y criticar... Triste. Fuerte abrazo ;-)

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  2. Fran, me ha encantado tu entrada.
    ¡Estoy totalemente de acuerdo contigo! No podías haber descrito mejor lo que muchos pensamos y no hemos tenido la oportunidad de decir.
    ¡Un saludo!

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  3. Francamente, yo he saltado, he disfrutado, he animado, me he emocionado con los logros de esta atleta sin parangón, a la que siempre he admirado; no haré un juicio anticipado, ante todo la presunción de inocencia, pero en reflexión interna, siempre te pones en el peor de los escenarios e incluso extrapolas otros casos habidos en el deporte y temes la peor de las sentencias. Somos humanos, pero en cualquier caso, yo soy un cualquiera de a pié y mi responsabilidad no es la misma que la de una empresa de comunicación como AS, MARCA, u otros medios cuya expresión,y mala práctica tiene una transcendencia enorme. MI TOTAL APOYO A MARTA DOMÍNGUEZ. Un saludo

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  4. Poco más que añadir, a lo que ya hay en los anteriores comentarios.

    Cuando lo que manda es el dinero y llenar paginas a cualquier precio, mal vamos.

    Es más estoy seguro de que con la noticia, algún redactor se "alegró" por tener otro tema con que abrir el periodico (y rellenarlo de cabo a rabo) en esta edición del Viernes.

    Ahora me da por pensar, por que se ha permitido seguir vinculados al deporte a cierta gente, que para ellos ya es su segundo, tercer escándalo de dopaje.Bajo que cobijo han estado y todo lo que en este tiempo han "trabajado".

    A la espera de sentencia en firme, que creo, espero y deseo con todas mis fuerzas, sea lo que muchos esperamos, para ver como tratan ese posible desmentido.Ardo en deseos de verlo.

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  5. Sinceramente, creo que sería un milagro que saliera libre de toda culpa. Las pruebas son muy evidentes: la Guardia Civil entra en tu casa y se lleva un puñado generoso de sustancias chungas de su casa... Quiero creer que la han engañado o se ha visto obligada por algún motivo lo demasiado importante como para hacerlo. Yo espero su explicación, su justificación, sus motivos para hacerlo. Quiero que hable ella y creer en que, en el fondo, no quiso hacerlo.

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  6. Yo también la he animado como mejor deportista española y de los pocos que han paseado la bandera morada por los mejores acontecimientos atléticos del mundo. Sin embargo, la decepción y el desprecio por lo que va surgiendo han superado ampliamente mi admiración. Espero que ayuntamiento, diputación, etc... tomen cartas, yo no quiero subvencionar a una "camello"

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  7. Totalmente de acuerdo. Y yo me pregunto ¿que pasa con los niños? Porque un adulto tiene capacidad para entender o no, opinar o no... pero los niños, que admiran y quieren a Marta, ¿que les decimos? cuando escuchan y leen(imposible de evitar) esas mentiras y patrañas que vierten,sin miramiento ni tacto alguno a la hora de informar, sólo mirando por sus interes. ¿Como consuelo a mis niños que no entienden porque están atacando a su atleta preferida?
    No entiendo nada.

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  8. Estoy totalmente de acuerdo contigo, por fin encuentro a alguien coherente y que opina y siente como yo.Tambien apoyo totalmente a Marta y a su familia.Gracias por tu opinión.

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